Letra de A Ti
Tu silencio duele como coca proyecto hombre,
he visto demasiao ya, y aún así dejo que me asombre,
no quiero beber, enviarte un mensaje,
he visto demasiao ya, y aún así dejo que me asombre,
no quiero beber, enviarte un mensaje,
que no contestarás ni quebrará tu armadura,
supongo que esperas a que me rajen,
pa entonces llorarme y decir que alejarte fue una locura,
sé que tu luz aún perdura, al meterme en una calle oscura.
A ti te di mis lágrimas más limpias,
aún no sé porque te columpias,
a ti te regalé mis sonrisas más reales,
pero son demasiao puras y no te valen.
Imagino que las querías cortadas,
con algún somnífero, díselo al desconido al que hablas,
que yo te comí el coño y no tengo una respuesta,
que yo te lo di todo y con el nada me acuestas.
A ti que te desnudé con tacto,
y te escribí lo que otras se pasan la vida soñando.
A ti que aunque me costara tanto,
vencí al desencanto, pa hacerte sonreír.
Controlando los bastardos que me querían puesto de todo,
haciendo el mongolo pa reirse de mi,
como iba a elegir el speed antes que la paz,
que me daba el aire que dulcemente salía por tu naríz.
A ti te besé horas sin pensar en nada más,
eres la única que puede decir eso,
follo con otra mientras beso a la soledad,
tú lo conseguiste triste pero ya me da igual.
A ti te hice llorar de felicidad,
un día sabrás cuanto luché contra mis miedos,
por darte lo mejor, aún te quiero,
pero a ti te lo di todo, ¿Qué más puedo dar?
Mi mirada que no se pierde,
las nubes negras que aspiran al verde,
que encontré la ilusión de tus ojos,
abracé a tu soledad y no me sentí solo.
La redención de mis vicios,
las mejores vistas desde el precipicio,
las caricias que no enfrían la piel,
el mejor pablo que no necesita hasél.
Por nosotros recuperé la alegría que me robaron,
le pegué el palo a la noche y viví por la mañana,
Cuanto daño haces en ti, es extraño,
en la calle donde enamorada me mirabas.
A ti te daba sin moderación ni cálculos,
así cada sentido mío eyaculó.
El amor no entiende de egoísmo,
y tú a mi siempre con autocensura me has querido.
A ti te di encantado mi corazón desbocado,
y pesaste al final indigno no me arrepiento,
pues a tu lado aprendí que la magia del momento,
bien merece oprimir por un momento al pasado.
A ti te he gozado en un solo polvo,
más que todos los que he echado con otras,
y aunque me parta la boca por llamarte preciosa,
te ganas a pulso que te grite cabrona!
Perdona por haber sido tan bueno,
de haber sido más pícaro y frío estarías aquí.
Pero prefiero tenerte lejos contando cuanto te quiero,
que tenerte cerca intentando darte celos.
No te cambié por ningún aspirante,
pero nada fue bastante pa tenerte ahí delante,
almenos puedo decir que me entregué hasta el final,
tú no, a ti te lo di todo, ¿Qué puedo dar más?
Mis fantasmas derrotados, mi control,
el ave fénix que aún no voló,
mi tranquilidad, mi poesía,
la vitalidad que creí que no tendría.
Las ganas de darte inmesurable cariño,
mi tregua, el hechizo de niño.
Tanto te di, no me arrepiento,
pues aún creo en lo que da el tiempo.
supongo que esperas a que me rajen,
pa entonces llorarme y decir que alejarte fue una locura,
sé que tu luz aún perdura, al meterme en una calle oscura.
A ti te di mis lágrimas más limpias,
aún no sé porque te columpias,
a ti te regalé mis sonrisas más reales,
pero son demasiao puras y no te valen.
Imagino que las querías cortadas,
con algún somnífero, díselo al desconido al que hablas,
que yo te comí el coño y no tengo una respuesta,
que yo te lo di todo y con el nada me acuestas.
A ti que te desnudé con tacto,
y te escribí lo que otras se pasan la vida soñando.
A ti que aunque me costara tanto,
vencí al desencanto, pa hacerte sonreír.
Controlando los bastardos que me querían puesto de todo,
haciendo el mongolo pa reirse de mi,
como iba a elegir el speed antes que la paz,
que me daba el aire que dulcemente salía por tu naríz.
A ti te besé horas sin pensar en nada más,
eres la única que puede decir eso,
follo con otra mientras beso a la soledad,
tú lo conseguiste triste pero ya me da igual.
A ti te hice llorar de felicidad,
un día sabrás cuanto luché contra mis miedos,
por darte lo mejor, aún te quiero,
pero a ti te lo di todo, ¿Qué más puedo dar?
Mi mirada que no se pierde,
las nubes negras que aspiran al verde,
que encontré la ilusión de tus ojos,
abracé a tu soledad y no me sentí solo.
La redención de mis vicios,
las mejores vistas desde el precipicio,
las caricias que no enfrían la piel,
el mejor pablo que no necesita hasél.
Por nosotros recuperé la alegría que me robaron,
le pegué el palo a la noche y viví por la mañana,
Cuanto daño haces en ti, es extraño,
en la calle donde enamorada me mirabas.
A ti te daba sin moderación ni cálculos,
así cada sentido mío eyaculó.
El amor no entiende de egoísmo,
y tú a mi siempre con autocensura me has querido.
A ti te di encantado mi corazón desbocado,
y pesaste al final indigno no me arrepiento,
pues a tu lado aprendí que la magia del momento,
bien merece oprimir por un momento al pasado.
A ti te he gozado en un solo polvo,
más que todos los que he echado con otras,
y aunque me parta la boca por llamarte preciosa,
te ganas a pulso que te grite cabrona!
Perdona por haber sido tan bueno,
de haber sido más pícaro y frío estarías aquí.
Pero prefiero tenerte lejos contando cuanto te quiero,
que tenerte cerca intentando darte celos.
No te cambié por ningún aspirante,
pero nada fue bastante pa tenerte ahí delante,
almenos puedo decir que me entregué hasta el final,
tú no, a ti te lo di todo, ¿Qué puedo dar más?
Mis fantasmas derrotados, mi control,
el ave fénix que aún no voló,
mi tranquilidad, mi poesía,
la vitalidad que creí que no tendría.
Las ganas de darte inmesurable cariño,
mi tregua, el hechizo de niño.
Tanto te di, no me arrepiento,
pues aún creo en lo que da el tiempo.