Letra de Balada
Sé que tú,
no quisiste hacerme daño;
y tampoco,
quisimos aprender a odiarnos.

Sé que yo,
me porté como un imbécil;
dentro de,
un armario cerrado.

Soy un lago,
de baladas profundas;
como muertos
con sombreros de copa.

Soy la noche
de desiertos fríos;
y no soy nada,
si no es contigo;
si no es contigo.

Y aún sigo,
y aún sigo,
escondido en tu equipaje.

Y aún sigo;
y aún sigo,
buscando amor,
en el fondo de los ceniceros;
en el fondo de los ceniceros.

Sé que tú,
no quisiste herirme;
porque tú,
eres la duda que más quiero.

Y estoy aquí;
estoy aquí,
a tu lado.

Y estás aquí,
en el lado bueno,
de mi vida.