Letra de Ciudad
En este momento en esta ciudad dos perros arañan la puerta de atrás,
mil pobres maldicen la cola de paro, diez ricos disponen reuniones con bancos.
Catorce parejas tiran la toalla, noventa personas corren por la playa,
seiscientos viandantes ocupan la acera, doscientos taxistas levantan bandera.
Cuarenta indigentes suplican limosna, veinte policías comienzan la ronda,
tres mil operarios fichan a la entrada, ciento diez cajeros reinician programa.
Sesenta autobuses inician su ruta, ochenta fruteros preparan la fruta,
catorce ambulancias encienden sirenas, un inseparable se muere de pena.

En este momento, en esta ciudad,
despierto y te veo tumbada a mi vera,
y pienso que el mundo podría parar
y creo que no saldremos más fuera
llámenme egoísta, ufano e indolente,
uraño apocado y hasta antisocial,
que hoy no me importa ni me subo al carro
estresante que mueve esta absurda ciudad.

Quinientos currantes arrancan el coche, trescientos regresan del turno de noche,
cuatro familias esperan desahucio, ciento treinta abuelos pasean despacio.
Mil madres preparan cuatro mil tostadas, mil padres agotan su última paga,
siete fiscales repasan juicios, diecinueve jueces valoran indicios.
Doscientos semáforos pasan a rojo, dos empleadas denuncian acoso,
tres pasajeros cancelan su vuelo, diez céntimos caen de un bolsillo al suelo.
Siete mil pupilos marchan a la escuela, cuatro turistas pierden la cartera,
ciento seis pacientes esperan su turno, cuatro amiguetes arreglan el mundo.

En este momento, en esta ciudad…

Mil veinte tarjetas aplazan los pagos, dos grúas retiran dos coches de un vado,
cuatro violinistas animan el metro, dos mil cruceristas saturan el centro.
Un leve accidente origina un atasco, tres comadronas asisten tres partos,
ocho camiones descargan basura, cinco políticos siembran la duda.
Un arquitecto visita una obra, trescientos cuarenta asesores sobran,
un falso profeta consuma una estafa, un fiel jardinero engalana una plaza.
Dos chicles se agarran con fuerza a dos suelas, un usurero se queda a dos velas,
ocho farmacias dispensan calmantes, un mimo reserva su puesto en un parque.


En este momento en esta ciudad…

(Gracias a Jean Pierre Rubina Garcia por esta letra)